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Hoy os hablo de una sentencia que impone a un padre la custodia compartida, cuando éste no la quiere, y que sorprende precisamente por ser aún demasiado excepcional el establecimiento de este régimen de custodia compartida.

Existen muchísimos padres a título individual y también en asociaciones, que reclaman que se establezca la custodia compartida como el sistema “estándar” de guarda y custodia. Sin embargo, aún se sigue atribuyendo de forma mayoritaria esta guarda y custodia a las madres, por lo que el hecho de que un padre que directamente se opone a este régimen tenga que someterse a este tipo de custodia es algo totalmente fuera de lo normal.

Es cierto que en este procedimiento existe la particularidad de que uno de los menores tiene una minusvalía y requiere de una atención especial y un compromiso por parte de ambos padres. Sin embargo, esta situación nos debe hacer reflexionar si verdaderamente debe establecerse este tipo de guarda y custodia sólo cuando existan circunstancias especiales o sólo cuando ambos progenitores están de acuerdo con este régimen de custodia compartida.

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